Un ensayo filosófico acerca de
La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca.
-María Fernanda Gallardo Rodríguez
-Daisy Nohely Hernández López
-Lizeth Genoveva Lerma Domínguez
-Rocio Montenegro Soto
-María de Jesús Montes Vaquera
-Cecilia Lucelín Salcedo Balderas
¿Qué es la vida? Un frenesí ¿Qué es la vida? Una ilusión
Calderón de la Barca
En éste texto hablaremos y analizaremos los aspectos filosóficos del acto segundo de la obra La vida es sueño que fue escrita en la época del barroco, alrededor del siglo XVII.
Esta obra forma parte del legado que el siglo de Oro Español no dejo y su tema central es la libertad frente al destino. La concepción de que la vida es como un sueño es muy antigua y la han desarrollado distintas culturas, como la hindú, la presa, la budista, la judeo-cristiana y la griega. Siguiendo a Platón, de la barca plantea que el hombre vive en un mundo de sueño, cautivo en una de la que solo podrá escapar buscando el bien.
Después de haber identificado cada personaje, podemos darnos cuenta que Segismundo no está muy seguro de su identidad, hay una gran controversia acerca de lo que es la vida, lo imaginario y lo real, lo que es y lo que no es. Así como también no se identifica lo que corresponde a su libertad, que como es sabido en el primer acto su padre Basilio lo encerró en una torre, ya que de su hado, un adivino le dijo que su hijo sería un tirano, asesino de su propio padre[1].
Ahora bien, recordemos que esta obra está incluida por la parábola de la caverna de Platón[2]. Relacionaremos con La vida en sueño, ya que Segismundo estuvo encerrado, y en la caverna se habla sobre lo que puede o no suceder a causa de estar atado a la oscuridad de la ignorancia.
Así es como podemos darnos cuenta de lo que no hubiera sucedido sí Basilio nunca hubiera encerrado a su hijo lo diferente que sería la vida de Segismundo si siempre hubiera sabido la verdad, veremos cómo es posible confundir la vida con un sueño.[3]
La vida es sueño, es una obra comprendida en tres actos, durante el primero, Basilio (padre de Segismundo y Rey de Polonia) es advertido por un adivino, sobre que su hijo Segismundo será tirano, malvado, e incluso llegará a matarlo, por lo que Basilio decide encerrarlo en la torre, y así es como ahí se la pasa Segismundo. Pero llega la hora en que el tiene que tomar su lugar como príncipe, para posteriormente ser el nuevo Rey de Polonia. Por eso Basilio junto con Clotaldo idealizan un plan perfecto para saber la reacción que tendrá Segismundo al enterarse que es hijo del Rey, y que tiene toda una servidumbre ante él.
Aquí es donde entra la idea principal de la parábola de la caverna Platón, donde encontramos una conversación en la que se debate el concepto de la libertad. Y así es como nos atrevemos a opinar que una persona que no ve la realidad de la vida, una persona que está encadenada a la ignorancia, luego de salir de ella, y ver lo que realmente puede ofrecerle la vida, puede volverse “loco” al querer aprovechar todo a la vez, y no intentar de ir paso a paso, y de ésta manera ir disfrutando cada eslabón. Tenemos la idea de que aquélla persona que intenta vivir las experiencia de la vida a una edad muy temprana, o querer vivirlo todo en un momento, al final resultan siendo personas que creen que ya lo han visto todo, por lo que ya nada los cautiva a seguir viviendo.
El filósofo alemán Martín e Heidegger en su libro comenta que aquella persona que ha vivido encerrada en una oscuridad profunda, al salir de ella se encandilará tanto que deseará regresar de inmediato para que todo vuelva a ser como antes de salir de ahí; o puede suceder lo contrario, al ver lo que se le ofrece fuera de su encierro, que desee no regresar nunca, o bien, después de darse cuenta de los encantos y maravillas que hay afuera, desee regresar para convencer a sus compañero que venga a gozar junto con él de todo lo que hay afuera[4].
Pero desgraciadamente lo que sucedió con Segismundo no fue algo similar a las opciones anteriores. Segismundo al enterarse que tenía sirvientes, y que era una de las máximas autoridades, decide tratar a todos los demás como si fueran basura, incluso, a causa de un reto de un sirviente, lo avienta por la ventana para así demostrarle que él podía hacer lo que le viniera en gana, por ésta acción de Segismundo, su padre, Basilio decide concluir el plan que tenían haciéndole creer que estuvo dormido, y así regresarlo a la torre, en la que despertó arrepintiéndose de todo lo que había hecho en aquel supuesto sueño.[5]
Debe ser realmente difícil no saber tu identidad, no saber porqué te encuentras en las condiciones en las que estás, y aún debe ser peor, no estar seguro de lo que hiciste, no saber si justamente ahora vives o duermes, por lo que en partes es comprensible la manera en la que actuó Segismundo, y ya que ahora él creía que todo lo que sí pasó nunca pasó, y que todo lo que tuvo, nunca lo tocó, y que las personas que había visto, en realidad nunca las conoció, no quiso comentar nada, aunque él se sentía realmente atraído por la hermosa Estrella ,lo cual parecía aterrado por no poder verla de nuevo, pues no estaba totalmente seguro de su existencia.[6]
Basilio, al ver la forma en que se comportó Segismundo, al saber que se arrepentía de haber reaccionado de aquella manera, aunque se trataba solo de un sueño (que no era un sueño), comienza a tener remordimientos por su hijo, así que ciegamente opta por darle una segunda oportunidad, oportunidad que Segismundo no echa a perder como en aquél sueño, es una oportunidad en la que Segismundo acomoda las cosas como debieron ser siempre, y como en las historias, siempre hay un final feliz, ésta no será la excepción, porque después de todo Segismundo no era tan tirano como lo había previsto el adivino, y tampoco mató a su padre, y al fin pudo casarse con Estrella y convertirse en el Rey de Polonia.
Así es como Basilio engañó a su hijo Segismundo haciendo creer que estuvo dormido mientras actuó de una forma malvada y tirana, cruel y egoísta, pero tengo la creencia de que si Basilio no hubiera creído lo que el adivino le dijo, y nunca lo hubiera privado de tanta ignorancia, Segismundo no hubiera actuado de la forma que lo hizo la primera vez que salió de la torre.
Segismundo no tenía idea de su verdadera identidad, por lo que se molestó bastante cuando se lo confesaron todo, y con justa razón, pues le privaron por años de todo aquello que por derecho le pertenecía, incluso de su propia libertad a decidir.
Y como dice la máxima socrática, “conócete a ti mismo”, es algo que no deberíamos dejar pasar inadvertido, y tratar de ver cómo somos realmente, porque muchos pueden ver lo que aparentamos, pero como se dice no todo lo que brilla es oro.
El final del segundo acto, que contiene las siguientes palabras aleccionadoras.
Para finalizar citemos:
“Sueñe el rico en su riqueza,
que mas cuidados le ofrece,
sueñe el pobre que padece su miseria y su pobreza;
sueña el que a mediar empieza,
sueña el que afana y pretende”.[7]
En conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.
“¿Qué es la vida? Un frenesí
¿Qué es la vida? Una ilusión
Una sombra, una ficción
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”.[8]
Bibliografía primaria
Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño, pág. Web: www.bookfactory.com
Bibliografía secundaria
Heidegger, Martin, sobre la esencia de la verdad
Ed. Tauros, Madrid 2005, pp. 50-56
Platón, República, libro VII Ídem
[1] Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño, pag.web: www.booksfactory.com
[2] Platón, República, libro VII, página web: www.upasika.com.
[3] Platón, República, Lib.VII. Ídem
[5] Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño, pág. 45”De todos era señor, y de todos me vengaba: solo a una mujer amaba, que fue verdad, creo que yo, en que todo se acabo, y esto solo no se acaba”
[6] Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño. Ídem
[7] Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño, pag.46 www.booksfactory.com
[8] Calderón de la Barca, Pedro, La vida es sueño, Ídem
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