MI SUEÑO, MI FILOSOFIA, MI REALIDAD

Un ensayo filosófico de La vida es sueño de Pedro Calderón

Desarrollo: Alejandra Guadalupe Sandoval Ortiz

Investigación: Palmira Espino Acosta

Estilo: Diana Hortencia Calderón Soto

Ortografía: Marissa Vega Hernández

Bibliografía: Luis Alejandro Vega Ramírez

Muchas veces el ser humano se ha cuestionado a lo largo de su existir la siguiente pregunta ¿Quien soy? Tal vez esta es la llave para abrir todas las puertas de este inmenso mundo. En este caso tomaremos a Segismundo como personaje principal y él será la respuesta a nuestra pregunta. Ahora bien, será así ¿Quién soy? Segismundo.

Según “ La vida es sueño”, Segismundo es hijo del rey Basilio y por lo tanto príncipe de Polonia, mas sin embargo se ve reducido a una prisión a lo lejos de todo contacto humano, solo encuentra a su lado a Clotaldo uno de los caballeros de la corte de su padre. Este lo cuida y lo alimenta. Ahora yo me pregunto ¿Quien es mi rey? ¿Quién es aquel que me reduce a esta prisión?

Sabemos que Segismundo es príncipe, por lo tanto su figura delimita grandeza y poder. Según el filósofo griego Demócrito existen partículas llamadas átomos (sin división), y son tan pequeños que en un mm³ hay alrededor de 1036 átomos, todo esto son partículas Segismundo es sin duda símbolo su prioridad. Pero también existe el universo del Macrocosmos este se conforma por el universo exterior las galaxias, entre ellas la nuestra.

Ahora comprobado con este universo Segismundo es nada. Y peor aun pues según Lemaitre el universo esta en constante expansión.

A lo que quiero llegar es a lo siguiente, Segismundo no es mucho por ser mas grande que un átomo, ni es menos, al ser comparado con una galaxia, simplemente es lo que tiene que ser, pues al ser comparado con ambos esté queda situado en el centro. Si bien lo dice la obra “Todos sueñan que son, aunque ninguno lo entiende”. Que hubiera aganado él, al saber que es el centro de todo el universo (macrocosmo y microcosmo) si aunque quisiera no lo entendería. Para ser mas exactos la filosofía clasifico la creación en varios niveles y estos están basados en cada una de sus características: en el primer nivel tenemos a los minerales estos porque no poseen vida y están sujetos al uso que se les pueda dar; luego vienen los vegetales, que son superiores a los anteriores por que si tienen vida, estos poseen procesos biológicos y químicos aprovechan el nivel anterior para alimentarse (fotosíntesis); los animales, son superiores al nivel anterior por que tienen instinto y movimientos. Y por ultimo en la cúspide de todos los niveles se encuentra el hombre, pues sin el los minerales, los vegetales y los animales no podrían cumplir su función. En supuesto caso que Segismundo conociera los objetivos de cada nivel, como saber a exactitud lo que se debe hacer, si el hombre por la razón es superior a un animal, por que nunca nadie invento un instructivo para usarla, pues se supone es la mejor herramienta para sobrevivir en este mundo.

Mientras Segismundo quien no sepa es, nunca podrá hacer lo que corresponde. Fue criado como una fiera, y como tal encontramos su reacción. Como esperamos morder una piedra y que esta tenga el sabor de un durazno si perfectamente sabemos que piedra es. La cuestión es la siguiente desde que esa piedra existe, eso es. Pero Segismundo no, desde el vientre de su madre y al momento de su nacimiento él ya era príncipe. En efecto no puede ser una piedra un durazno, recuerdo que se decía que el hombre, por ser el único capaz de jugarse, este mundo, podía engrandecer o empequeñecer su condición. Pero y ¿el durazno puede ser piedra?, es decir, no puedes convertir una fiera en hombre, pero si a un hombre en una fiera.

Sabemos que el hado fue quien predijo el futuro no solo de Segismundo, si no de Astolfo también, y porque desdicha para uno y para otro gloria y honor si al fin los dos hombres son. Que diferencia hay en ellos, o en cada uno de nosotros, que hay de distinto si todos hombres somos.

Al estar Segismundo en una torre, escucha voces dentro de ella, es Rosaura que viene con Clarín. Ella lleva puesta una vestimenta de hombre y al verla Segismundo como tal la cree. Luego la vuelve a ver en el palacio mas viste como mujer. La tercera ocasión que estos se encuentran, viene como mujer pero con las armas de un hombre. Cuantas Rosauras hay en el mundo, que van de un modo y vienen de otro, pero son quienes deben de ser. Tal vez Segismundo no lo nota, pues no radica en como te vez si no en lo que hay dentro de ti. Rosaura no por vestirse de hombre perdió su condición de mujer. Al igual Segismundo no por estar encerrado en una torre dejo de ser el príncipe de Polonia, ese titulo ni el rey ni la ley se lo quitaron si el hubiera sabido la historia seria otra.

Daniel Webster decía que: “si labramos las inmortales mentes de los hombres, si las empapamos en nobles principios en el respeto a Dios y en el amor a los hermanos entonces grabamos en aquellas mentes algo que ningún tiempo jamás podrá borrar algo que brillará y seguirá brillando a lo largo de la eternidad”. Tal vez el peor error de Basilio fue alejar a Segismundo de su lado, pues aunque el hado haya prevenido que su llegada solo traería tragedias, él es desde el momento de su nacimiento como un diamante antes joya muy codiciada, por su brillo. Pero ¿Qué valor tendría este si es guardado ala sombra de una caverna? Si Segismundo hubiera sido educado tan solo con el amor a los hermanos, dejando de lado el respeto a Dios, este no hubiera aventado a aquel criado por el balcón, ni trataría de montar a Clotaldo. Sin duda Segismundo seria un hombre bueno si como tal hubiera sido educado, por desgracia los seres humanos queremos levantar la cosecha aun sabiendo que nada se ha sembrado.

El inicio del segundo acto se puede notar que el rey Basilio y Clotaldo hablan sobre un veneno, mismo que se le fue dado a Segismundo para que se quedara profundamente dormido. Y esté es ahora como un cadáver, aunque luego de despertar y hallarse en el palacio, que mas valdría estar muerto si siempre estuvo con Clotaldo como única figura de esta soledad, y luego de la nada estar rodeado de criados, lujos y en un palacio. Si bien se dice “que solos se quedan los muertos” y es cierto, aunque no me refiero a la muerte física, cuando el cuerpo pierda movilidad y el corazón deja de latir. Si no aquella muerte que se da con el desprecio, con la negación, que bien podría ser para Segismundo tener lujos y riquezas, si para vivir solo le vasto, la soledad de una torre y el cantar de sus cadenas.

Al despertar Segismundo y encontrarse en el palacio, se comporta soberbio y cruel, ahora sabe que es el futuro rey, pero como gobernar a los hombres si sus únicas compañeras fueron las sombras. Se advierte que tal vez todo es sueño y que un día despertaría y se encontrara nuevamente en prisión. El rey Basilio yo lo dijo: “todos los que viven sueñan”, entonces yo me pregunto ¿soy el mismo en el sueño y en mi realidad? Si todos soñamos lo que vivimos porque ser tierna oveja en uno, y feroz lobo en otro. ¿Qué o quien soy? Porque tomar actividades distintas, a que viene esta confusión. Tal vez influyen los puntos de vista o el mismo sentir de los humanos, para ser mas exactos Segismundo es como el sol de una mañana de Enero, solo esta en el cielo ocupando un pedacito de él claro, si lo vez desde la tierra, pero si se nos fuera posible verlo desde mas allá del mismo, nos daríamos cuenta de lo siguiente nuestro mundo (tierra) es de 1300000 veces menor que el sol. Entonces el sueño es uno y la realidad es otra.

Soñar es vivir una vida que no se puede realizar a plenitud. Por ejemplo de que le serviría a Segismundo ser soberbio y cruel en una caverna, mas bien se porta distinto pues para que ser malo, si estas reducido a una miseria. La realidad, en cambio, es como la esencia del ser humano, por mas cruel y malvada que sea, existe y el hombre no tiene otro remedio que afrontarla. Mas sin embargo, hay algo que en ambos persiste, el amor.

Astolfo esta a punto de casarse con Estrella, pero esta se da cuenta que él, lleva al cuello el retrato de otra dama. Ahora bien, este matrimonio no es por amor, es solo porque el rey necesita un sucesor al trono, en caso de que Segismundo no muestre ser noble. Es decir, Segismundo es como el ultimo ladrillo de la construcción, esta hecho a la medida, solo falta colocarlo para que todo termine pero y que sucede si intentan poner uno mas grande o uno mas pequeño, simplemente la obra no estaría del todo concluida, pues la pieza clave fue desechada, Segismundo es el indicado para ser príncipe y futuro rey, no por ser hijo de Basilio, si no por que él es el indicado para gobernar, pues sus ojos han visto por primera vez las injusticias de este mundo, (sin tomar en cuenta la suya) ya que todos estamos tan acostumbrados a que formen parte de nuestra realidad, que la mas grande falta nos suele parecer lo mas normal de este mundo.

En efecto, soñar es algo muy bueno, el cuerpo descansa, pues sus niveles de actividad fisiológica, que son la presión sanguínea, la respiración, latidos del corazón, y por una menor respuesta a los estímulos externos. Pero como saber si es sueño o verdad.

Según Sri Swami Sirvanada los estados de conciencia del ser humano son: la vigilia (Jagrat), el sueño profundo, (sushupti). El primero es lo que nosotros comúnmente llamamos realidad. Mas sin embargo este autor mantiene que el único que merece verdaderamente real es el turilla, (cuarto estado). Se mantiene que el estado de ensueño es un sueño corto, mientras que la vigilia es un sueño largo. Lo que realmente nos interesa tiene que ver con el Yo de todos estos estados, ya que cada uno reclama para sí mismo la verdad. Para Sivananda el Yo que experimenta los tres primeros estados, es el Ego, un falso Y, pues sostiene que el Yo real se hace presente en el Turilla, pues el esta pues el esta por encima de los demás estados. Ahora bien cual es el Yo Segismundo real y cual es el falso, quiero suponer que le Yo falso es el que conocemos en el segundo acto y el real al que vemos triunfar en el tercer acto. Pues el Yo Segismundo del segundo acto es como el malo de la historia, todo a causa de saber la verdad y por su Ego, pues solo piensa en él y no en quien vio por el o los que intentan hacerle un bien. En el tercer acto encontraremos al Segismundo que al saber que es un sueño intenta hacer el bien, en conclusión, muchas veces nos maravillemos de nuestros sueños, pero solo son reflejos de nuestro Yo falso, y cuando el Yo verdadero se hace presente, es difícil reconocerlo, si bien se dice “que toda la vida es sueño”, y si es así pues la actitud de los hombres es un poco confusa, aquí lo importante es, no solo para Segismundo, conocer el Yo que cada uno de nosotros poseemos, recuerdo una vieja historia que decía que todos tenemos dos lobos dentro de nosotros y estos están en constante pela, la diferencia entre ambos es que uno es malo y el otro bueno, y todo depende del que alimentes será el que podrá vencer.

Podemos ver reflejado todo lo anterior en la alegoría de la caverna de Platón, es decir, el autor plantea la existencia de dos mundos, el que conoce los prisioneros que es el de las sombras (idea= razón) y el mundo sensible (sentidos). En la vida es sueño, la torre es el mundo de las ideas y el mundo sensible es sueño. Me atrevo a afirmar que esto puede ser así ya que Segismundo conoce en la torre las cosas sensibles sin verlas, o sea que atreves de las ideas pone en practica su razonamiento, es por eso que toma esa actitud al verse de pronto en el palacio y se convirtió en un ser atrapado en el mundo sensible que no ve mas allá de las cosas materiales, que se encierra solo en su cuerpo y lo que sus ojos perciben. En efecto al inicio del segundo acto nos podemos dar cuenta como Cotaldo le cuenta el Rey Basilio que antes que Segismundo se quedara dormido le relato la historia de un águila símbolo de majestad que a su vez razona y lo acepta con una madurez que tal vez nadie pudiera esperar de un ser que ha pasado toda su vida en una torre. Es decir, la verdadera prisión no es la caverna si no todo lo que hace olvidarse de su esencia como ser. Por lo tanto de acuerdo a la reacción de Segismundo en el tercer acto se puede decir que el hado hay veces que miente, aunque también la filosofía transforma a las fieras en hombres, a los sueños en realidad, y a todos los humanos en lo que debemos ser.